Notas sobre la (contra) cumbre de Niza para el debate en Hemen eta Munduan [1]
Cuando decidimos acudir a la cumbre de Niza fue porque queríamos dejar patente que ante una Europa sometida al dictado de los mercados, el poder de las transnacionales y el capital financiero, queríamos reclamar una Europa basada en la justicia social, los derechos de las personas, la igualdad de géneros, el respecto a la naturaleza, la seguridad alimentaria, la soberanía de los pueblos... una Europa desmilitarizada, etc
Acudimos a Niza con dos ideas básicas: una, para presentarnos ante la Cumbre Intergubernamental y plantarles delante de sus narices nuestras demandas; otra, para afirmar ante las mujeres y hombres que padecen y sufren las consecuencias de esta Europa, que hay motivos para la esperanza, que es posible otra Europa. Queríamos denunciar la mentira tan grande que suponía la Carta de Derechos Fundamentales por la que quienes gobiernan la UE tratan de vender que la UE camina de una Europa de los mercados a la Europa de las ciudadanas y ciudadanos, porque es una carta donde muchos derechos quedan excluidos. Y también queríamos denunciar la falta de democracia en la UE y la ausencia de un control democrático de las instituciones y de las decisiones que se toman en ellas. En ese camino es como se puso en marcha la contracumbre Europea, animada sobre todo por las Euromarchas e iniciativas cívicas francesas (ATTAC...). Una contracumbre que hizo posible marchar junto (no revueltos) a la Confederación Europea de Sindicatos (CES) el 6 de diciembre en las calles de Niza, y que concluyó el día 7 (ya sin la presencia de la CES) con las protestas ante la Acrópolis
¿Que balance podemos hacer de todo esto?
Como en todo, hay elementos positivos y elementos más problemáticos Como primer punto sería bueno señalar el éxito de la movilización. Las decenas de miles de personas que se concentraron en Niza son un éxito y una denuncia. Un éxito en cuanto a movilización, y una denuncia del actual proyecto Europeo. El que la mayoría de esas miles de personas se movilizaran de la manos de la CES, con sindicatos que luego en los distintos países desarrollan una acción sindical que deja mucho que desear, no hace sino reforzar esta opinión: ¡ hasta que punto es anti-social y antidemocrática esta Europa, que hasta sindicatos moderadísimos como la CFDT francesa se ven obligados a protestar contra ella !. En ese sentido, la enorme movilización que vivimos en Niza legitima nuestra denuncia de la Europa neoliberal y deja en evidencia que nuestras protestas tienen raíces sólidas y no son manías de gente que no tiene otra cosa que hacer En segundo lugar, la movilización del día 7 fue importante. Las miles de personas que estuvimos (y las que se tuvieron que quedar en la frontera de Italia, y las que no pudieron acudir desde París y Burdeos) dejaba eran una buena muestra de que hay un movimiento que cuestiona el modelo europeo en términos más globales) que se abre camino viéndose a sí mismo capaz de avanzar
[1] Aquí y en el mundo, es la organización de jóvenes vascos a la que pertenecen los prisioneros de Niza Ana y Alberto.
¿Que balance podemos hacer de todo esto?
Al término de las movilizaciones y de la cumbre hay (como siempre) muchas interrogantes abiertas
Al término de las movilizaciones y de la cumbre hay (como siempre) muchas interrogantes abiertas
La primera, la que viene impuesta por la propia evolución de la Cumbre, en la que la Carta y el debate social en torno a ella quedó totalmente relegada. Habrá que ver en qué tipo de reflexión se traduce eso para organismos como la CES e incluso también para las Euromarchas, si actúa de acicate para generar una movimiento en torno a los derechos sociales en la UE, o queda relegada al ritmo que le quiera imponer la jerarquía comunitaria. En cualquier caso, el resultado real de la cumbre (las modificaciones introducidas en el funcionamiento del Consejo de Estado donde, más allá de los »equilibrios de poderes« que dicen, lo que va a resultar es que de ahora en adelante el proyecto neoliberal y »el tractor de la globalización neoliberal« va a ir más deprisa. Y eso va a tener que reforzar el movimiento en contra de esta Europa.
La segunda tiene que ver con la contracumbre, o lo que es lo mismo, con nuestro movimiento. ¿Se hicieron las cosas como se debía? ¿Había condiciones para hacerlas mejor?...Con la mirada puesta en Praga, la distancia fue grande, como fue grande la distancia de Praga en relación a Seattle. Pero también, para quienes estuvimos en Miarritz (Biarritz) , Niza fue distinto a Miarritza. Quizá por ello lo mejor sea situar cada contracumbre en sus circunstancias y ver qué es lo que puede aprender de ella.
De entrada Niza partía con enormes dificultades, pero quizá la mayor es que se disponía de muy poco tiempo y no había espacios para encuentros (más allá del Centro de Convergencia). Y esta segunda cuestión que está basada en la voluntad de impedir la contra cumbre por parte del Gobierno francés, es lo que más vamos a tener que ir pensando de cara al futuro, porque ante los movimientos que vayamos haciendo cada vez quedan más en suspenso los derechos cívicos y las garantías constitucionales.
Pero también quedo en evidencia la debilidad organizativa. Algo que hay que anotarlo sin reprochárselo a nadie. El pequeño grupo que estuvo trabajando durante mes y medio en el asunto hizo más de lo que pudo (ocupar el polideportivo y un local para alojamientos). Porque además no se puede olvidar que aquello era en Niza... y no en París
Ahora bien, hay dos cuestiones que conviene reflexionar: el funcionamiento y las protestas.
Sobre funcionamiento
Uno de los valores que está teniendo este movimiento es la autoorganización y a este elemento hay que darle la importancia que tiene, porque le da fuerza a la dinámica de trabajo, genera solidaridad entre la gente que se moviliza, da autoridad a los planteamiento que salen de las asambleas y permite coordinar mejor los pasos que se vayan dando. Como parece que en esto las dificultades cada vez van a ser mayores, no estaría mal que se tome como punto de partida el realizar ese trabajo previo bien mediante coordinaciones internacionales o, si no fuera posible, a través de coordinaciones mediante la red.
Sobre las protestas
La resistencia activa no violenta es casi casi, un valor innato en nuestras movilizaciones. Sin embargo de casi todas ellas se sale con una imagen más vinculada a la algarada callejera (en Miarritza subida de tono - quema de la estación de EITB-, y en Niza bastante más grave que en Praga). Y así nos encontramos que una cumbre tras otra la violencia de los enfrentamientos focaliza las movilizaciones quitando protagonismo y restándole impacto a las mismas
En Praga tuvimos la experiencia (en la columna amarilla) de que una resistencia activa no violenta bien organizada es capaz de lograr los objetivos de la movilización, logrando resistir ante los ataques de la policía evitando una respuesta violenta por parte de sectores de manifestantes. Ahora bien, el problema es que tanto allí como en Niza, este cometido parece que está reservado para los tutti bianqui, y claro, cuando les detienen en la frontera, la posibilidad de poner en práctica la resistencia activa no violenta se reduce a la nada ante las cargas con gases lacrimógenos y la actitud de respuesta violenta por parte de determinados sectores de manifestantes
Conclusión: hay que reflexionar sobre este tema y hacer que cada colectivo (ante movilizaciones que se sabe puede haber encontronazos con las fuerzas de policía) sea un ttuti bianqui.
Ese es el reto, para hacer de la resistencia activa no violenta una demostración de fuerza eficaz. Y aunque haya otras historias, ya habrá tiempo para comentarlas.
