2-4 DICIEMBRE 2000: ASAMBLEA EUROPEA DE PARADOS Y PRECARIOS EN LUCHA

HACIA UNA RED EUROPEA

A iniciativa, entre otras, de la Red de Marchas Europeas, 200 desempleados y precarios de distintas asociaciones, colectivos sociales y sindicatos europeos, se reunieron en París antes de salir para Niza para participar en las manifestaciones y la cumbre alternativa.

Jipy De Ley [1]

A esta cita acudieron las delegaciones de Alemania, Bélgica (Marchas, liga de Derechos del Hombre, grupo SDF y excluidos de Charleroi, Parados Activos,...), de Francia, Holanda, Italia, también lo hicieron delegaciones de Grecia, España, Suecia, Dinamarca , Noruega y Suiza.

La idea de esta asamblea data de la manifestación europea de Colonia en junio 1999, donde se vio la necesidad de mejorar la coordinación de las iniciativas de lucha de desempleados y precarios en Europa. El objetivo de París era dar mayor consistencia al establecimiento de redes de conexión de las diversas iniciativas, de plantear la situación de los desempleados y precarios de toda Europa, de consolidar una plataforma común de reivindicaciones frente a la Europa neoliberal, de intercambios de experiencias de lucha. También de preparar una nueva y más ambiciosa asamblea europea en el 2001 en Bruselas, coincidiendo con la presidencia belga de la U.E. Se ha designado un secretariado europeo (con representantes de todos los países) y se ha acordado crear un portal en Internet común para el conjunto de la red.

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[1] Este Boletín aprovecha la publicación de este artículo de Jipy (al que conocimos en Creteil y que militaba en los colectivos belgas de las Marchas desde el 97) para dar a conocer que poco después de Niza decidió abandonarnos para siempre, lo cual nos compromete a continuar lo que él empezó.

Los parados no saben hacer huelga

El intercambio de experiencias de la lucha muestra que desde 1997 (crecimiento espectacular del movimiento de parad@s en Francia) las acciones de los parad@s han continuado, con altibajos en toda Europa. En Alemania, Francia e Italia, las asociaciones de desempleados y precarios han superado una fase en la que han logrado romper el aislamiento y formarán parte en lo sucesivo del panorama de las luchas sociales. Sin embargo siguen existiendo muchas dificultades, los parad@s permanecen socialmente atomizados, »sin unir« en lugares colectivos (en un lugar de trabajo por ejemplo), y fundamentalmente desprovistos de medios presión y de lucha (la huelga por ejemplo).

Las asociaciones de desempleados se orientan por lo tanto cada vez más hacia un tipo de acciones que precisan un mínimo de agrupación física como las ocupaciones (de los organismos donde se pagan los subsidios por ejemplo), como las acciones colectivas de requisición de recursos (prima de Navidad, requisición de alimentos en grandes superficies,...)

La Asamblea ha progresado significativamente en las reivindicaciones que permiten unificar a escala europea las luchas de los desempleados y precarios, principalmente la reivindicación de una Renta mínima individual cuantificada europea (el 50% del P.I.B. por habitante ), que incluya las conquistas sociales mas avanzadas de cada país y que establezca el umbral por debajo del que no se puede vivir dignamente, en particular en lo que se refiere al derecho a la vivienda, sanidad, movilidad y formación/educación.

Por lo tanto la Asamblea rechaza de forma categórica la Carta de los derechos fundamentales, proclamada en Niza algunos días después. Esta Carta (ver otros artículos en este boletín) deberá servir de base a una futura Constitución Europea, en retroceso, en relación con todas las declaraciones universales y convenciones internacionales existentes en materia de derechos humanos.

Se ha proclamado la Carta, pero los estados miembros de la UE están divididos en cuanto al valor jurídico en esta fase. Es por lo tanto tiempo de combate, pero hace falta estar de acuerdo en que una Europa que se construye a espaldas de los 70 millones de pobres y precarios es una Europa inaceptable.

La Confederación Europea de Sindicatos no se opone a esta Carta de regresión social, lo que es peor, quiere que sea integrada en el Tratado!. Frente a este consenso neoliberal, urge que converjan las resistencias de las asociaciones de desempleados y precarios y aquellas de los sindicalistas (como es ya el caso de Alemania) en un combate conjunto por una Europa social, de la que se habla mucho, pero que es enterrada cada vez más de cumbre en cumbre.

pied

 

 

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